Pasó toda la noche lloviendo a cántaros en Carora y temíamos que la celebración de las primeras comuniones del colegio quedaran «pasadas por agua» y deslucidas; pero salió el sol y proyectó en el patio del colegio un precioso arco iris preludio de una semana rica en bendiciones.
Los niños recibieron su primera comunión con su sencillo y elegante uniforme del colegio. Sus familias, los educadores y toda la comunidad cristiana escolapia disfrutó de una ceremonia que dibujó un hermoso arco iris de amor de Dios por su pueblo.
Dos días después, los jóvenes de 5º tenían su última sesión de clase. Hicieron una defensa del proyecto de «labor social» que habían tenido durante el año que se convirtió en una cordial evaluación de su paso por la escuela. Al finalizar, recibieron a los alumnos de la promoción posterior -los que terminaron 4º- y les entregaron el estandarte del colegio. Posteriormente salieron al patio y recibieron una calurosa despedida de todos los niños, de los profesores y las familias.
La «promo» ha tenido catorce años de bendiciones en «piedad y letras» que se resumieron en un fuerte y cálido abrazo que le dieron los chamos de Primaria.
Lágrimas de emoción, abrazos cálidos y de fondo, la canción que siempre encoje el corazón escolapio: «Hubo un hombre que pasó por esta tierra..»
Un gran arco iris de bendiciones arropa nuestro colegio en estos días de final de curso. Y que siga por muchas promociones más.
De Carora para el mundo 